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Si eliminar la grasa de los brazos, muslos, cara, etc. ya representa un reto verdaderamente difícil, acabar con la grasa del abdomen lo es aún más. Sí, esos rollitos que son los primeros en aparecer cuando descuidamos la alimentación por un período largo de tiempo, son también los últimos que se van cuando intentamos reparar todo el daño que le hemos hecho al cuerpo.

Dado a que el mundo del fitness está rodeado de mitos y mucha desinformación, la gente intenta hasta los trucos “más novedosos” y tradicionales para acabar con esos últimos gramos de grasa y poder definir así la musculatura que tanto nos ha costado ganar.

Ejercicios para quemar grasa del abdomen, ¿cierto o falso?

De entrada, vamos a eliminar el mito o la creencia de que la grasa se puede eliminar de manera localizada. Esto es totalmente falso, pues el cuerpo va eliminando el tejido adiposos de manera general y progresiva, por lo que centrar el esfuerzo en una zona única esperando que esos molestos rollitos desaparezcan de la noche a la mañana, es imposible.

Si te has propuesto definir el abdomen, todos los ejercicios, ya sean los encogimientos, elevaciones de troncos, giros, torsiones de cintura y un sin fin más de movimientos que puedes realizar, no te servirán para sacar a relucir ese six-pack. La fisiología del cuerpo es mucho más compleja que ello y por eso, si queremos sacar el mayor provecho a los ejercicios realizados y lo alimentos ingeridos, hay que saber cómo funciona el organismo.

Olvídate ya de los productos milagros que te prometen acabar con esos kilos sin hacer un sólo esfuerzo. Recuerda que la industria, lamentablemente no vela por la salud y estética de la sociedad, sino simplemente busca ganar y ganar beneficios para sí misma Así que ojo con eso.

¿Qué pasa entonces cuando te dedicas a hacer los famosos abdominales? Simplemente que a la larga, probablemente aumentarás el tamaño de la musculatura en esta zona, pero hasta ahí. Aún a pesar de tener grandes músculos, si hay una capa de grasa por encima de ellos, probablemente no podrás presumir de ello.

El músculo, aunque sabemos que es un tejido metabólicamente activo, es decir, que utiliza más energías para poder mantenerse (y por tanto, acelera el metabolismo), no es suficiente para poder quemar los últimos gramos de tejido adiposo que se acumula sobre ellos. Llegar a un porcentaje de grasa sumamente bajo como para poder marcar la musculatura supone un reto verdaderamente difícil, por el hecho de que el cuerpo no está diseñado para perder grasa, sino para eliminarla. Es algo extraño y también muy complejo de explicar, así que tocaremos este tema en otro artículo.

Teniendo en cuenta esta premisa, ya podemos dar por hecho que si bien es difícil, no es imposible.

Entonces, ¿qué debemos hacer para marcar el abdomen?

Someter al abdomen a cantidades impensables de estrés con el entrenamiento físico no es la solución, eso ya lo sabemos. En este caso, como nuestro objetivo es perder grasa, entonces lo lógico es someternos a un dieta con déficit calórico para aprovechar esa energía acumulada y así pueda desaparecer poco a poco.

El problema del déficit calórico es que evita el crecimiento muscular, así que probablemente no podrás ganar más músculo (por eso siempre debemos dividir el entrenamiento en dos etapas: musculación y definición), pero sí podemos evitar que la masa magra ganada con el sudor de la frente no se pierda durante el proceso.

En este caso, y como resulta en cualquier objetivo que tengas en mente, los resultados que ganes dependerán en su mayoría por los macronutrientes ingeridos a lo largo del día. Claramente, si buscamos definir, entonces será hora de decirle adiós a un gran porcentaje de los carbohidratos, sobre todo a los carbohidratos simples que muy poco harán para que puedas conseguir tu objetivo. Por otra parte, las proteínas seguirán siendo indispensables, pues con ellas evitaremos perder el músculo ganado anteriormente. En este caso seguiremos la filosofía de consumir en promedio, unos dos gramos de proteína por cada kilogramo de peso corporal que tengamos.

Al modificar la alimentación, claramente habrá que hacer cambios en la rutina. El entrenamiento cardiovascular será indispensable para oxidar la grasa. Quizás para muchos puede resultar tedioso, pero vamos, que los beneficios a medio y largo plazo serán increíbles y no sólo hablando a nivel estético, sino también a nivel de salud. No está demás mencionar que uno de los beneficios del cardio es que se mejora notablemente la resistencia física, el sistema cardiovascular, la capacidad para la absorción de VO2max y por supuesto, el sistema inmunológico.

El HIIT (High Intensity Interval Training) también es una opción bastante buena, pues mientras ayuda a quemar grasa, también pone en marcha la musculatura del cuerpo, evitando que esta se pierda en los días de descanso.

En conclusión

Para finalizar, podemos concluir que los encogimientos y demás ejercicios para trabajar el abdomen no servirán de nada si estás en etapa de definición, así que lo más recomendable es no llevarse horas en el gimnasio trabajando la zona si en verdad quieres resultados. De hecho, y como ya debes saber, a pesar de que los músculos del core no suelen estresarse con mucha facilidad, a la larga sí que lo hacen, por lo que para poder crecer, requieren de cierto descanso. Esto quiere decir que lo único que conseguirás al hacer abdominales día tras día, semana tras semana, sólo te llevará al sobreentrenamiento y muy probablemente al catabolismo muscular.

Si no tienes idea de qué comer, no te preocupes, que te dejamos un plan de alimentación para definir el músculo, tomando en cuenta todos los parámetros necesarios para que puedas lograr tus objetivos. Claro, es importante saber que esta dieta está planeada a manera general, así que es importante que vayas adaptando las porciones según tu tipo de cuerpo y sus requerimientos nutricionales diarios.